Friday, May 24, 2013

¿Entusiasmo o idolatría por la tecnología?






Actualmente la sociedad ha encerrado a los cambios tecnológicos dentro de una burbuja mítica que no puede ser intervenida sin que sea fuente de críticas poco constructivas. El progreso de las máquinas ha degradado al ser humano a un estado que no le permite generar un autocontrol en cuanto a su frecuente uso. El francés Roland Barthes definió la palabra “mito” como: “La tendencia común a pensar en las creaciones tecnológicas tal si fueran creaciones divinas, como si formaran parte del orden natural de las cosas”. ¿Acaso el entusiasmo por la tecnología se está convirtiendo en idolatría?

Las nuevas tendencias tecnológicas han llegado hasta el punto de dominar la conciencia. Con un alto grado de concentración las personas suelen olvidar si tienen hambre, sueño o sed, es decir, pierden la sensibilidad con respecto a sus necesidades biológicas, emocionales o físicas. Una despersonalización parcial producirá ansiedad y ataques de pánico forzando a que el usuario se sienta cada vez menos real en el mundo. Esta serie de inconvenientes pueden perjudicar la salud a corto y largo plazo, incluso causar severos distanciamientos entre la sociedad. Al principio, probablemente nadie tendrá estos síntomas, pero con el tiempo se manifestarán, a menos que cambien sus hábitos.

No es para sorprenderse saber que se tienen más amigos en las redes sociales que los presentados personalmente. No obstante, las relaciones fraternas o amorosas no viven a plenitud a través de una pantalla de celular u ordenador. Probablemente esta conducta esté transformando a las personas en antisociales incompetentes de mantener una conversación cara a cara. A través de una red todos son potenciales mentirosos que suelen ocultarse y redefinirse a sabiendas que nadie puede confirmar sus referencias. Sin embargo, equilibrar actividades a través de medios sociales no otorga la capacidad de responder asertivamente en el mundo estudiantil o laboral. Un joven que gastó la mayor parte de su infancia frente a una computadora no estará preparado para enfrentar los desafíos de una vida de adulto. Su cuerpo se ha desarrollado, pero su mente ha quedado atrofiada por las situaciones previamente experimentadas. Por supuesto, hubo comunicación a través del mundo virtual, más eso no bastó para pulir su personalidad y técnicas de comunicación. La mejor forma de vencer cualquier indicio de timidez o inseguridad no es refugiarse tras una fría pantalla, sino relacionarse reflexivamente con las personas que forman parte del mundo real.

Los medios actuales permiten adentrarse en un sitio lleno de tantas cosas buenas como malas. La red de internet es tan extensa y accesible que se ha perdido el control de las publicaciones que los usuarios puedan compartir o crear. Así como hay adultos navegando por las páginas web también hay infantes y adolescentes. La información educativa y profesional se mezcla fácilmente con la pornografía por medio de una palabra mal escrita o un doble sentido en una frase. No existe aún un método eficaz para censurar las cosas que no resultan beneficiosas. El poder de decisión para explorar ese tipo de contenido se relaciona con la responsabilidad de los adultos y la curiosidad de los menores.

En los negocios también influye considerablemente, ya que genera mayor competencia que en tiempos anteriores. Cuando existían pocos proveedores de mercadería, el mercado era inmenso. Ahora hay mayor cantidad de proveedores que consumidores. Todos están ocupados promocionando sus propios negocios a través de las redes sociales y los medios de comunicación. No hay fronteras para dar a conocer un nuevo producto o servicio a nivel global, más aún si se cuentan con los recursos necesarios y una actitud emprendedora. Los negocios toman en cuenta los cambios tecnológicos para llevar el ritmo y aplicarlos a sus necesidades, sin dejar de vigilar la tecnología que sus competidores utilizan. Desafortunadamente, dentro del ámbito económico también existe la posibilidad de delincuencia, dado que no hace falta ser un genio de computación para estafar sin dejar huellas. Por lo tanto, las compañías tienen que invertir tiempo y dinero para brindar la seguridad apropiada.

El léxico propio de cada región ha sido reducido a palabras inentendibles o fusionadas con otro idioma para darle un toque moderno según la opinión de ciertos individuos, en especial, los jóvenes. Sin embargo, no fue idea primaria de ellos, sino que la tecnología influyó arduamente en ese cambio. Twitter, por ejemplo, permite ciento cuarenta caracteres por mensaje, lo que lleva a que los vocablos se abrevien y que la ortografía se degrade un nivel más. Ahora cuenta más el uso que se la va a dar al mensaje, en lugar de reconocer si está bien redactado. Si al menos la forma de escribir un tweet fuese separada de la que se utiliza normalmente, quizás el impacto fuera mucho menor y no se sintiera que el lenguaje primitivo está de regreso.

Las estadísticas reflejan la realidad que se está viviendo. Un 75% de los jóvenes llevan su celular siempre consigo, más del 33% no pueden vivir sin él. Sin embargo, el 37% no sabe utilizar todas las funciones del mismo. Facebook ya tiene más de 900 millones de usuarios registrados activos. Las plataformas de Android activan cada minuto más dispositivos móviles que el número de bebés nacidos. (Nuñez, Llerena, 2013). Entonces con estas evidencias, se puede declarar con total libertad que ha surgido un consumismo descontrolado que no quedará saciado con facilidad.

En conclusión, ningún rasgo de los avances tecnológicos será suficiente para considerarlos obsequios de la naturaleza, son sólo máquinas elaboradas por la creatividad del hombre y su deseo de descubrir más allá de sus horizontes. Aunque muchos no lo acepten, son susceptibles de ser víctimas de modificación cuando los requerimientos lo precisen, incluso a ser reemplazadas en beneficio de la sociedad. Contra todo pronóstico, la imaginación del ser humano lo llevará lejos en el ámbito científico y técnico. Así que la idea de controlar la tecnología debe ser más atrayente que acceder a su dominio del diario vivir con actualizaciones deslumbrantes hoy, pero aburridas mañana.





BIBLIOGRAFÍA:

Neil Postman, 2004. Las cinco advertencias sobre la tecnología. Nueva York, disponible en:

Dr. Lee Mercer Schuchardt, 2009. Tecnología: ¿Nueva idolatría? Uruguay, disponible en: 

Alejandro Nuñez, Ricardo Llerena, 2013. Tecnoidolatría: Idolatría por la tecnología. Perú, disponible en: 

Cedecom (2008,  Diciembre 11) Tecnologías de la imaginación I. Disponible en: 









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