Monday, June 24, 2013

DEFENSA TECNOLÓGICA

Ciertamente la tecnología es muy cuestionada en la actualidad. Pues desde muchos ámbitos se ha acostumbrado a echarle la culpa de cualquier desgracia que se presente, desprestigiando la ayuda que ella nos ofrece como ente administrativo y eficiente, demostrando ser buena a la vez. Considerarla destructiva es una ofensa, discriminarla es una aberración, peor aún desconocerla como parte intrínseca de la vida. Por esta razón, defenderé la inocencia de la tecnología, tomando el lugar de un sagaz abogado e influyendo directamente en la razón humana, que le está cerrando paso a la capacidad técnica con la que contamos todos. Porque es injusto declarar culpable a quien no se le da el derecho a la defensa. Y esta es mi postura: La tecnología no destruye, sólo transforma; mientras que el hombre es responsable de cómo tomar y usar lo transformado.

En uso a esta defensa, tomaré en cuenta los siguientes puntos a tratar, como son: errada forma de pensar contra la tecnología, todo depende de la voluntad del ser humano si opta por utilizarla bien, y podemos marcar la diferencia si empezamos a valorar y a hegemonizar sus usos. 

Pues bien, primeramente recalcando mis palabras: Existe la orden directa de atacar desmedidamente los intereses de la tecnología, asumiendo el hecho de que por ella se enferma el mundo, se frustra el funcionamiento natural de las cosas. De esta manera, sólo se dedica tiempo a juzgar el avance obtenido, como se describe en un blog: "En la situación que estamos, EEUU debería dar el dinero que se desperdicia en armas mortales, a niños sin alimento ni hogar, por ejemplo, a los de África".[1] En realidad, suponiendo verdad lo que dice el artículo, sería EEUU quien decide bajo sus propios intereses mal utilizar su conocimiento. Prestando más atención a armarse militarmente, en lugar de buscar una ruta amigable para la paz, consiguiendo juntamente apoyar  a los más necesitados de alimento y abrigo. Entonces no hay destrucción por el avance tecnológico, sino destrucción por el avance del egoísmo humano. Pues ya no se piensa en los demás, si se usa la tecnología para malos fines.

De ahí, se asocia la idea de "Voluntad de poder", la misma que dio vida Friedrich Nietzsche. Para referirse a "la fuerza que tiene el hombre que intenta siempre superarse a sí mismo, mejorarse en todas sus facetas;  que repudia  el vicio, la debilidad y la esclavitud."[2] Ya que nadie más que uno mismo, es quien se enfrenta a poseer lo malo o lo bueno, de una humanidad que siempre buscará sobresalir entre los demás. Más a pesar de todo debe estar presente la correcta formación como individuos, no rechazando la oportunidad de utilizar la tecnología de la mejor manera posible, explotando hasta el final su potencial.

También tomando una cita de Albert Einstein, que dice: "Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad."[3] Podría argumentar de forma general que esta fuerza es aún más poderosa que la tecnología, siendo capaces de manipularla para bien. La voluntad nos premia de grandes logros, o nos condena a una infelicidad eterna, ya que a la larga vemos reflejado el resultado de lo que decidimos hacer de nosotros. Resumiendo mejor, diría que podemos sacar el mejor provecho de la innovación actual, con un deseo ferviente de contribuir al bienestar de futuras generaciones tecnológicas, permitiendo así la obtención de buenos resultados.

Pero lamentablemente, lo que se critica hoy en día es el resultado actual, creyendo que nada puede mejorar. La diferencia la marca cada individuo en particular. Y en base a esto relata un cuento que: "Mientras un hombre paseaba a la orilla de una playa, notó cómo otro devolvía estrellas de mar, al océano, que habían sido expulsadas por las olas. Este expresó su desacuerdo, ya que eran muchas las que se tenían que recoger siempre y en todos lados, y para él significaba un trabajo en vano; que no se cambiaba en nada las cosas. Mas en respuesta a esta postura, el otro individuo le muestra una de las estrellas que estaba por lanzar, diciendo: ¡Para ésta estrella de mar, sí cambió algo!"[4] En definitiva al relato, el hombre que miraba cómo el otro recogía las estrellas, es la personificación de aquellos que creen que nada alterará el mundo, que siempre haremos mal uso de lo que tenemos. Al contrario del que recogía las estrellas, quien demuestra sin egoísmo un cambio de perspectiva, cambio que cada uno debemos aprender a afrontar. Pues no cabe duda que el ejemplo comienza desde el interior, y podemos empezar asumiendo el reto de incorporar un modelo basado en el buen uso de las transformaciones técnicas. No nos debemos aferrar al hoy, sin esperar un mejor mañana. Ni mucho menos quedarnos en el ayer, pretendiendo pasar desapercibidos del constante cambio humano, ocasionado naturalmente por la tecnología.

En conclusión a mi defensa, puedo afirmar que los terribles problemas que afronta el ser humano en la actualidad no se deben a la tecnología como tal, ya que esta sólo es una implementación que el mismo hombre usa para satisfacer sus necesidades. En lugar de esto, la tecnología lo único que ejercer sobre nosotros es una transformación de la perspectiva humana, conforme avanza ella avanzamos nosotros. Así se vuelve indispensable para todo campo de estudio, mientras se use de voluntad propia para controlar nuestra forma de utilizarla. Pues la iniciativa es la mejor herramienta, para responsabilizarnos desde ahora en el buen uso de la tecnología.  

Referencias en la WEB


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