Tecnología es el
conjunto de conocimientos técnicos, ordenados científicamente, que permiten
diseñar y crear bienes y servicios que facilitan la adaptación al medio
ambiente y satisfacer tanto las necesidades esenciales como los deseos de la humanidad.
Al parecer lo
más importante para mi generación es satisfacer el deseo de tener a mano toda
la información posible, sea cual fuere y rápido. En ocasiones he conversado con mis padres
sobre lo que ellos hacían para divertirse cuando tenían mi edad y me comentan
que salían más a pasar el tiempo con sus amigos. No lo dudo pues al tener sólo el teléfono
convencional y la señal abierta de televisión yo habría hecho lo mismo.
En realidad no
me veo tomando el bus rumbo a la Biblioteca Municipal a consultar algún tema
para presentar la tarea del día siguiente.
Para mi generación en el peor de los casos tendría que ir a hacer
consulta al Internet del cyber de la esquina.
Así mismo me sorprende que hayan sobrevivido en aquellos días sin el muy
necesario teléfono celular que debería servir para emergencias.
Hace poco vi un
comentario en televisión sobre el Alzheimer, decía que los seres humanos
evolucionaron en sus primeras etapas para vivir sólo 40 años en promedio, sin
embargo los avances tecnológicos permiten vivir muchos años más, aunque no
todos los cerebros pueden soportarlo.
El hombre ha
desarrollado tecnologías que han hecho posible avances sorprendentes en áreas
de salud, aeronáutica, comunicaciones y en demás ámbitos de la actividad
humana, sin embargo siempre quedan temas pendientes como: ¿estamos haciendo
buen uso de ella?, o ¿tenemos todos los
accesos a ella?
Leí un artículo
sobre la influencia de la tecnología en la sociedad, refiriéndose
exclusivamente a las comunicaciones. En
él se muestra un video se trata sobre los estilos de vida en 3 generaciones,
los Baby Boomers o nacidos en la posguerra, la Generación X (ejemplo: mis
padres) y la del Milenio. En el video se
refieren a ésta última como una generación de innovación, una acostumbrada a
tener la información al instante, que quiere todo rápido, que no se complica
con lo que depara el futuro y que no venera la experiencia sino la
eficacia. Es la generación que ve el
éxito en lo que pueda brindarle placer, no necesariamente que le dé dinero, una
vida en que puedes trabajar duro desde tu casa vestido en pijamas.
No niego que
podría identificarme con algunas de estas afirmaciones, claro que me gusta
hacer una tarea donde a un clic puedo ver el significado de las palabras
complicadas y leer la biografía de x persona apenas abriendo una “pestaña”
adicional. Sin embargo me molesta ver
cómo la tecnología o el mal uso de ella han cambiado las relaciones
sociales.
No es posible
entrar a un centro comercial sin que vea en la gente, joven y no tan joven con
un teléfono inteligente como si fuese una extensión de su mano, pendientes de
cada actualización de sus contactos en Messenger, Facebook o lo que sea. Más triste aún es ver a las parejas en citas
nada personales que no se hablan entre ellas por estar más pendientes de sus
“amigos virtuales” omnipresentes incluso en las cenas familiares.
Dependiendo de
cómo la usemos la tecnología puede facilitarnos la vida o complicarla.
Hace poco mi
bisabuela pudo ver a mi primo que vive en Italia, vía Skype y yo de vez en
cuando me comunico con mis familiares que están en Chile. Se me facilita saber cómo le va a un amigo en
Manchester y juego Warcraft con gente más amigable de habla inglesa.
Desde hace un
tiempo mi papá ha tomado la decisión de recorrer los caminos en auto con
asistencia de un GPS, aunque aún lo pillan los errores de último minuto y tiene
que hacer que mi madre pregunte a los lugareños cómo regresar al camino
correcto, debo aceptar que es una gran ayuda.
Reservaciones de vuelo, alquiler de auto, de hotel y hasta de entradas a
espectáculos, todo se puede hacer sin tocar un sólo billete. El dinero va de una cuenta a otra en los
trámites en línea. Pero todo tiene su
complicación y de esto se aprovecha la delincuencia clonando tarjetas de
crédito y dejando en cero las cuentas en los bancos.
Los adultos con
quienes más me comunico son mis padres y hace treinta años ellos no podrían
haber imaginado todo lo que ahora tenemos nosotros a solo un clic de distancia
y puedo asegurar que ellos se adaptaron bastante bien a lo que nosotros nacimos
sabiendo (así bromean ellos), en todo caso sólo queda agradecer a todos
aquellos que se atrevieron a invertir tiempo y esfuerzo a lo inimaginable, a
veces ganando y también perdiendo construyendo el mundo como ahora lo
conocemos.
Existen
películas que vería varias veces por ser muy buenas. Hay otras no tan buenas que veo porque me
llama la atención la trama. La que
mencionaré no es una de las buenas, se llama Escape de los Ángeles y en ella se
da una guerra electro magnética entre EEUU y el tercer mundo. El héroe al final decide la suerte de ambos
pulsando un botón que apaga a nivel mundial los satélites sumiendo a la
humanidad en la oscuridad. Sus palabras
finales “Bienvenidos a la raza humana”3. Décadas
de tecnología eliminados con un movimiento, eso sí es terror.
En conclusión nos
queda a todos por aprender a dominar la tecnología, tarea bastante difícil en
mi opinión porque todo a nuestro alrededor es tecnología de turno, cosa que acaba
de llegar y se irá pronto, a formas totalmente nuevas, desconocidas e incluso
peligrosas.
BIBLIOGRAFIA
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